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Tribunal Constitucional 

Virgilio Zapatero

Tribunal Constitucional

Los ERE, anatomía de un proceso

Políticos, jueces, medios y todos nosotros deberíamos entender por fin que la forma que tenemos de gestionar estos casos de alta densidad mediática vacía la lógica política en la lógica penal, embota las instituciones democráticas y pone en riesgo la confianza en nuestra Justicia.

La cuestionada credibilidad del Constitucional

Descubrir los anhelos, las ilusiones, las esperanzas de esta Nación, y no los de una mayoría coyuntural, es su más importante y difícil cometido en estos momentos. Para esa tarea hay que ser independientes y demostrarlo. Y para ello deben tener bien arraigado en su conciencia que nada deben a quienes les han propuesto y nombrado; porque a quienes han jurado cumplir y hacer cumplir la Constitución ante SM el Rey han sido a los españoles, quienes ahora confían en su juramento, en su profesionalidad y en su compromiso con la España constitucional.

Los salvajes de Luisiana

No hay democracia si la mayoría no respeta la ley. Ni hay realmente Parlamento si la mayoría acalla la voz de la oposición, si reduce la posibilidad de enmendar los proyectos o las proposiciones, si, en suma, utilizando sus votos hace lo que quiere y como quiere. Soberanía nacional e imperio de la ley van unidas tan íntimamente que no cabe la una sin la otra

El Consejo General del Poder Judicial: los orígenes de la polémica

El nuevo modelo rompió claramente con el corporativismo de quienes pedían un Poder autónomo Judicial, desconectado del principio democrático. Pero su gestión ha sido deficiente porque el proceso de elección del Consejo se ha hecho desde entonces por las cúpulas de los partidos políticos en negociaciones sin luz y taquígrafos, tratando de que el Consejo refleje no el pluralismo real de nuestra sociedad y de la propia carrera judicial, como pedía el Tribunal Constitucional, sino el poder de los partidos

Juego constitucional duro

La negativa a negociar la renovación de los órganos constitucionales supone recurrir al juego duro con grave peligro para la estabilidad del sistema constitucional.