DELENDUS EST MURUS
La solución para cambiar la atmósfera tóxica de nuestra política es mucho más sencilla y está en manos del propio presidente: acuda al Parlamento, dé las explicaciones que se le pidan, trate con el respeto debido a nuestros representantes, presente los Presupuestos Generales, lidere la política legislativa… y convoque a la oposición para compartir y negociar en su caso los grandes desafíos de España.